La comprensión del autismo, y especialmente de la población con autismo altas capacidades, es un proceso en constante evolución. Tradicionalmente, la atención se ha centrado en las dificultades comunicativas y en los comportamientos repetitivos. Sin embargo, cada vez más se reconoce la importancia de entender las complejas maneras en que las personas con autismo altas capacidades procesan la información del mundo que les rodea, y cómo esto puede afectar sus interacciones sociales y familiares. Un aspecto crucial, a menudo subestimado, es la problemática de la parentificación, un fenómeno complejo que puede surgir en estas circunstancias y que merece un análisis cuidadoso y comprensivo. Entender los matices de esta situación requiere ir más allá de simples diagnósticos y movimientos hacia una visión más holística que considere las necesidades específicas de cada individuo.
La Dificultad para la Teoría de la Mente
Un factor clave en la problemática de la parentificación en personas con autismo altas capacidades reside en la dificultad para desarrollar una «teoría de la mente». Esta teoría, que permite comprender que otras personas pueden tener pensamientos, sentimientos y creencias diferentes a los propios, es fundamental para la interacción social. Las personas con autismo altas capacidades a menudo luchan por inferir intenciones subyacentes detrás de las acciones y expresiones de los demás. Esto significa que una solicitud o petición que parecen obvias para un adulto, pueden ser recibidas de manera literal, sin que el niño comprenda la intención por detrás de la petición. Por ejemplo, un padre podría decir «Necesito que limpies tu habitación» con la implicación de que es importante mantener un ambiente ordenado. Para un niño con autismo altas capacidades que piensa de forma muy concreta, estas palabras pueden interpretarse puramente como una instrucción literal sin comprender la necesidad subyacente de mantener el orden. Esta interpretación, combinada con la dificultad para comprender las emociones del adulto, puede llevar a la interpretación de la petición como una crítica o un reproche, lo que a su vez puede desencadenar comportamientos de evitación o resistencia.
La Literalidad y la Dificultad para la Sofisticación Social
La literalidad es otra característica común en personas con autismo altas capacidades que contribuye al fenómeno de la parentificación. Suelen procesar la información de manera más directa y concreta, lo que significa que pueden tener dificultades para interpretar el lenguaje figurado, las metáforas, o las expresiones idiomáticas. Esto, combinado con una tendencia a la formalidad en la comunicación, puede llevar a que las expresiones adultas, que a menudo son indirectas o implícitas, sean recibidas literalmente, generando confusión y frustración. Además, debido a la necesidad de comprender los sistemas complejos de reglas sociales que rigen la interacción humana, a menudo requieren una guía intensiva y constante. La falta de comprensión y la necesidad de un refuerzo constante pueden llevar a que los adultos asuman la responsabilidad de «guiar» al niño, anticipando sus necesidades y gestionando sus interacciones sociales, creando así patrones de dependencia que se asemejan a una dinámica parental.
El Rol del Adulto y la Necesidad de una Intervención Consciente

La clave para abordar este desafío reside en el rol que asumen los adultos, quienes a menudo, sin darse cuenta, pueden estar perpetuando la dinámica de la parentificación. La respuesta automática a lapasividad o a la dificultad del niño para procesar la información puede manifestarse en un micro-gobierno, donde el adulto toma decisiones por el niño, anticipando sus necesidades y gestionando sus interacciones sociales. Sin embargo, es crucial entender que esta respuesta no es un indicador de cariño o preocupación, sino más bien una parte del ciclo del problema. La intervención temprana y específica, por tanto, se centra en empoderar al niño, enseñándole las herramientas necesarias para comprender las complejidades sociales y emocionales, y fomentando su autonomía. Reconocer que la dificultad del niño para navegar estas complejas interacciones no es una falla, sino una característica de su forma de procesar la información, es el primer paso para construir una relación más saludable y funcional.
Una Colaboración Terapéutica Intensiva
Para mitigar la problemática y fomentar una relación más sana, es fundamental implementar una intervención terapéutica intensiva y colaborativa. Esta intervención no se limita a una sola disciplina, sino que involucra al niño, a los padres y a un equipo de profesionales, que incluyen, por ejemplo, terapeutas ocupacionales, logopedas y psicólogos. El objetivo es construir un lenguaje y una comunicación más efectivos, basados en la comprensión mutua y el respeto de los diferentes niveles de procesamiento cognitivo. Esto implica la enseñanza explícita de las normas sociales implícitas, el entrenamiento en la teoría de la mente, el desarrollo de habilidades metacognitivas (es decir, la capacidad de pensar sobre el propio pensamiento), y el establecimiento de límites claros y consistentes. La colaboración terapéutica no solo beneficia al niño, sino que también ayuda a los padres a comprender mejor las necesidades de su hijo y a desarrollar estrategias efectivas para apoyarlo de manera que promueva su autonomía y su bienestar.
Conclusión
En definitiva, la problemática de la parentificación en autismo altas capacidades no es un problema de falta de amor o apoyo, sino más bien un desafío que surge del procesamiento diferente de la información. Al comprender las dificultades específicas del individuo, proporcionar una intervención terapéutica intensiva y fomentar una relación basada en la colaboración, el respeto y la aceptación, podemos ayudar a las personas con autismo altas capacidades a desarrollar las habilidades necesarias para navegar las complejidades de la interacción social y a alcanzar su máximo potencial. Este enfoque, centrado en el individuo, es fundamental para construir una sociedad más inclusiva y que valore la diversidad cognitiva.