Aumentar Resistencia Corriendo: Zona Running Avanzada

Foto del autor

Creado por Alfonso Aguilar

El objetivo de cualquier corredor es claro: aumentar resistencia corriendo. Pero llegar a ese objetivo requiere más que simplemente correr más kilómetros. Se trata de entender cómo tu cuerpo responde al esfuerzo y de adaptar tu entrenamiento a tus necesidades específicas. La “Zona Running Avanzada” que detallaremos a continuación, ofrece una perspectiva mucho más profunda y precisa sobre cómo optimizar tu rendimiento. Este enfoque, que va más allá de los simples límites de las zonas de entrenamiento tradicionales, se centra en la modulación dinámica de la frecuencia cardíaca para adaptarse a las demandas de cada sesión, optimizando así la adaptación al lactato y, por lo tanto, la resistencia. Se basa en comprender la interacción entre tu ritmo, la intensidad y tu respuesta fisiológica, ofreciendo una herramienta más potente para alcanzar tus metas.

Entendiendo las Zonas de Entrenamiento Running

La base de toda buena estrategia de entrenamiento es comprender las zonas de entrenamiento running. Tradicionalmente, estas zonas se definen en función de la frecuencia cardíaca máxima (FCM) estimada, dividiendo el esfuerzo en zonas como “fácil”, “moderado” y “duro”. Sin embargo, la “Zona Running Avanzada” lleva este concepto un paso más allá. Aunque las zonas de entrenamiento siguen siendo un punto de partida útil, la clave reside en usar la frecuencia cardíaca como una herramienta para controlar y optimizar la acumulación y eliminación de lactato, no como un objetivo final. Esto significa que, en lugar de esforzarte por mantener tu corazón a un ritmo específico durante todo el ejercicio, te enfocarás en cómo tu cuerpo responde a ese esfuerzo y ajustar tu intensidad en consecuencia. La verdadera idea es transformar el cardiofrecuímetro en un «sensor» de tu sistema de energía, prestando atención al nivel de lactato que estás produciendo.

El Concepto de “Altas” y “Bajas” Zonas: Controlando el Lactato

Dentro de la “Zona Running Avanzada”, se introducen las ideas de “altas” y “bajas” zonas running. Estas zonas, a diferencia de las zonas predefinidas, se definen por la capacidad del corredor para tolerar niveles específicos de lactato intracelular. La idea es, durante las sesiones de entrenamiento, inducir un estado de acumulación de lactato (en las «altas» zonas) y luego permitir que el cuerpo elimine ese lactato a través de la recuperación en las zonas running de baja intensidad. Esto se consigue a través de intervalos diseñados para “cargar” el sistema de energía, obligando al cuerpo a adaptarse y mejorar su capacidad de lidiar con el lactato. Entender este principio fundamental es crucial para ganar resistencia corriendo y para mejorar resistencia corriendo de una manera más eficiente. El control de estas zonas permite a los corredores entrenar para ser más resistentes al lactato, lo que se traduce en una mayor capacidad para correr distancias más largas con menor fatiga.

Entrenamiento Running Semanal: Planificación Estratégica

Corredor en la hora dorada

Un buen planning de entrenamiento running es inseparable de la “Zona Running Avanzada”. La semana de entrenamiento debe incluir sesiones diseñadas específicamente para inducir y tolerar niveles de lactato. Esto podría incluir “Ramp Intervals” (intervalos de inclinación), donde la intensidad aumenta gradualmente, combinada con fases de recuperación en zonas de baja intensidad. Además de los intervalos, es importante incluir sesiones de carrera continua a ritmo constante, enfocándose en mantener una frecuencia cardíaca dentro de las “altas” zonas durante un período significativo. Este tipo de entrenamiento, combinado con la comprensión de las zonas de potencia running, es la clave para desarrollar una resistencia sólida y adaptable. La estructura semanal debe adaptarse a tu nivel de experiencia y objetivos a largo plazo. No se trata de hacer muchísimas carreras largas, sino de optimizar cada sesión para una mayor eficiencia.

Zonas de Entrenamiento Running: Una Herramienta de Control

La “zona running” en la que te encuentras durante cada entrenamiento es un indicador vital de tu progreso. Utilizar un cardiofrecuímetro te permite controlar la intensidad y asegurarte de que estás trabajando en la zona adecuada para mejorar la resistencia. La capacidad de ajustar tu ritmo y esfuerzo a medida que tu cuerpo responde a la carga de entrenamiento es lo que realmente diferencia este enfoque. Esto significa que si sientes que te estás quedando sin energía, incluso si tu corazón sigue latiendo a un ritmo determinado, es hora de reducir la intensidad. La clave es la percepción del cuerpo, combinada con la medición de la frecuencia cardíaca. Comprender la relación entre estas dos fuentes de información te permite optimizar el entrenamiento de una manera que maximiza la adaptación al lactato.

Conclusión: Optimización de la Resistencia

En definitiva, “aumentar resistencia corriendo” no se trata de entrenar al máximo siempre, sino de entender y controlar la acumulación y eliminación de lactato. La “Zona Running Avanzada” ofrece un marco estructurado para lograrlo, utilizando las zonas running y la zona de entrenamiento running como herramientas de control, y la frecuencia cardíaca como un indicador clave de la adaptación del cuerpo. La planificación estratégica, la comprensión del planning de entrenamiento running, la consideración de las zonas de potencia running y la personalización del entrenamiento son elementos cruciales. Al adoptar este enfoque, y con el tiempo y la experiencia, podrás optimizar tu entrenamiento y, por supuesto, mejorar resistencia corriendo de forma significativa!