El vínculo entre la actividad física y la salud cerebral es innegable. El ejercicio regular ha demostrado tener beneficios significativos para funciones cognitivas como la memoria, el estado de ánimo y la atención. Sin embargo, ¿se podrían obtener beneficios cerebrales similares simplemente observando deportes en televisión?
Un nuevo estudio sugiere que la respuesta podría ser sí. La investigación, centrada en el hockey sobre hielo, ha revelado posibles impactos positivos en el cerebro tanto para los jugadores como para los simples espectadores. Estos hallazgos plantean la intriguing posibilidad de que «ver deportes» pueda tener efectos cerebrales similares a los del «practicar deporte», abriendo un nuevo ámbito de investigación sobre cómo las experiencias pasivas pueden influir en nuestros cerebros.
¿Qué revelan los estudios?
Los investigadores compararon tres grupos distintos: jugadores de hockey, aficionados al deporte que no practicaban pero sí veían con regularidad partidos, y personas que no tenían ninguna vinculación con el Hockey. Al analizar las habilidades mentales y la capacidad de comprensión del lenguaje de cada grupo, se encontraron resultados sorprendentes. Tanto los jugadores como los espectadores demostraron mejoras en estas funciones cerebrales. Sin importar la participación activa o pasiva, la exposición al deporte pareció activar áreas del cerebro relacionadas con la comprensión del lenguaje y la percepción de acciones.
Es sorprendente observar que ver deportes aparentemente puede tener un impacto similar a la práctica física. Este hallazgo sugiere que la observación activa, con atención enfocada en las jugadas y las estrategias, podría estar estimulando el desarrollo neuronal de manera comparable a un entrenamiento físico.
Cabe destacar que estos resultados iniciales abren una puerta hacia futuras investigaciones más profundas. Es necesario analizar el impacto del contenido visual y auditivo durante los partidos, así como la intensidad y frecuencia con la que se ven deportes, para determinar con precisión cómo influye en la cognición humana.
¿Cómo funciona el «sillonball»?
Los investigadores plantean que la observación de deportes podría estar activando las mismas áreas cerebrales que participan en actividades físicas reales.
Visualizar las acciones rápidas y complejas del hockey, analizar las estrategias y seguir la trayectoria del puck, podrían ser estímulos para el desarrollo de habilidades mentales como la atención, la memoria operativa y la percepción espacial. Imagina a un cerebro humano intentando mantener el ritmo de un partido:
Se requieren procesos cognitivos complejos para comprender las reglas, seguir el flujo del juego y anticipar movimientos futuros. Este enfoque mental activo, similar al que se utiliza durante la práctica deportiva, parece ser lo que impulsa estos cambios positivos en el cerebro.
Más allá del Hockey
Aunque este estudio se centra en el hockey sobre hielo, los resultados podrían tener aplicaciones más amplias. Podría ser que ver otros deportes, o incluso eventos con mucha trama y acción, tengan un efecto similar en el cerebro.
Es necesario investigar esta posibilidad para comprender mejor el potencial cognitivo de la observación activa.
El Factor Social
No olvidemos que la experiencia de ver deportes a menudo es social. Compartir la emoción del juego, debatir jugadas con amigos o familiares, podría también jugar un papel importante en los beneficios cognitivos.
La interacción social puede estimular el lenguaje, generar nuevas conexiones neuronales y reforzar las habilidades de comunicación, además de mejorar el bienestar general.
Conclusión

Las investigaciones sobre «sillonball» abren nuevas posibilidades para comprender cómo podemos optimizar la salud cerebral a través de experiencias pasivas. Si bien se necesitan más estudios para confirmar y ampliar estos hallazgos, es fascinante pensar que simplemente ver deportes podría tener impactos positivos en nuestro cerebro, similares a los beneficios del ejercicio físico.
Es importante recordar que esta no es una licencia para pasar horas frente a la televisión sin consideración. Una vida plena y saludable requiere un equilibrio entre actividad física, interacción social y tiempo dedicado a otras actividades enriquecedoras.
La tensión mecánica es fundamental para la hipertrofia muscular, proceso que implica el aumento del tamaño de las fibras musculares. Al someter los músculos a un estímulo mecánico adecuado, como se explica en detalle en tension mecanica hipertrofia, se produce una serie de adaptaciones fisiológicas que culminan con el crecimiento muscular. Factores como la intensidad, volumen y progresión del entrenamiento influyen en la magnitud de la tensión mecánica aplicada al músculo, afectando directamente a la hipertrofia.
Beneficios del deporte para el cerebro
El impacto positivo de la actividad física en la salud cerebral es ampliamente reconocido por la comunidad científica.
Más allá del conocido beneficio físico, el ejercicio regular actúa como un «estimulante» para nuestro cerebro, mejorando su funcionamiento y promoviendo un estilo de vida más saludable. De hecho, la práctica deportiva activa áreas cerebrales específicas que se encargan de la memoria, aprendizaje, atención y control emocional.
Este efecto se atribuye a diversos mecanismos en juego:
primero, el ejercicio aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, llevando consigo una mayor cantidad de oxígeno y nutrientes esenciales para su correcto funcionamiento.
Segundo, estimula la producción de nuevas células cerebrales en la región del hipocampo, fundamental para la memoria y el aprendizaje. Finalmente, reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés que puede dañar las conexiones neuronales a largo plazo.
Las investigaciones demuestran que incluso actividades físicas moderadas como caminar o bailar pueden tener efectos beneficiosos sobre el cerebro, mejorando la capacidad cognitiva y reduciendo el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. El impacto positivo se intensifica con la práctica de deportes más exigentes que involucran habilidades motoras complejas y la capacidad de concentración, como el tenis, fútbol o baloncesto.
Las disciplinas deportivas ofrecen un entrenamiento integral que estimula múltiples áreas del cerebro:
- La coordinación motora requiere un trabajo en conjunto entre diferentes regiones cerebrales, mejorando la fluidez del movimiento y la precisión.
- La toma de decisiones rápidas y estratégicas durante las jugadas involucra el córtex prefrontal, responsable del razonamiento lógico y la planificación.
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El entrenamiento físico constante aumenta la tolerancia al estrés y mejora la capacidad del sistema límbico para regular las emociones, reduciendo así la vulnerabilidad a trastornos como la ansiedad.
El deporte se convierte en un aliado crucial para mantener el cerebro sano, ágil y receptivo. Aprovecha esta herramienta natural para mejorar tu calidad de vida y fortalecer tu bienestar mental.
¿Se requiere una formación específica para practicar deporte?
Es importante aclarar que no todos los deportes requieren una formación específica o una inversión inicial significativa.
En la actualidad existe una amplia variedad de actividades físicas accesibles a todas las edades, gustos e intereses, que se pueden practicar incluso a nivel amateur. Una simple caminata regular, nadar en un lago cercano o jugar al baloncesto con amigos son ejemplos de ejercicios que no exigen conocimientos previos y ofrecen grandes beneficios para la salud cerebral, física y emocional.
Si por el contrario, se busca una mayor estructuración e introducción a disciplinas deportivas más complejas, existe una gran cantidad de opciones disponibles: desde clases grupales de yoga o pilates hasta cursos de natación, tenis o fútbol en centros deportivos locales.
También hay muchas federaciones de deportes menos conocidos, que funcionan ofreciendo entrenamientos y competiciones amateur para iniciarse en nuevas experiencias.
Lo fundamental es encontrar una actividad física que te guste y que puedas realizar con regularidad. El compromiso con el ejercicio constante es la clave para obtener los beneficios que trae consigo para el deporte
Para un descanso reparador, el Feng Shui recomienda una orientación específica de la cama. Una posición que permita tener la columna vertebral recta mientras dormimos y evite sentirnos expuestos o presionados. La orientación de cama para dormir bien se basa en diferentes principios que analizan la relación del dormitorio con los elementos de la naturaleza, pero una regla fundamental es que la cabeza de la cama nunca debe estar apoyada contra la pared si las vías de entrada al dormitorio son visibles desde esa posición. El resto del análisis del espacio y la influencia en el sueño depende de factores personales y del tipo de vida que lleves.
El impacto del lenguaje en el cerebro
La influencia del lenguaje en el desarrollo del cerebro humano es innegable.
El aprendizaje y uso del lenguaje estimulan diversas áreas cerebrales, incluyendo las regiones responsables de la comprensión, producción y procesamiento del habla: el área de Broca y el área de Wernicke, así como la corteza prefrontal involucrada en la cognición compleja.
Intercambios complejos
Desde el momento en que un bebé comienza a vocalizar, su cerebro se activa y se crean conexiones neuronales fundamentales para el desarrollo del lenguaje. La interacción con los demás a través del habla enriquece estas conexiones, y el uso progresivo de palabras, frases y textos impulsa la plasticidad cerebral.
El aprendizaje de idiomas adicionales desde edades tempranas también ofrece ventajas cognitivas importantes: se ha demostrado que bilingües presentan mayor flexibilidad mental, mejor capacidad para dividir la atención y una mayor resistencia al deterioro cognitivo en etapas avanzadas de la vida.
La exposición a diferentes lenguajes estimula el cerebro a procesar información de formas diversas, fortaleciendo las capacidades de razonamiento lógico, pensamiento crítico y resolución de problemas.
El lenguaje no solo nos permite comunicar ideas y emociones, sino que también moldea el funcionamiento de nuestro cerebro de maneras profundas, favoreciendo su desarrollo y plasticidad a lo largo de la vida.
El estudio sobre espectadores de hockey
El estudio, publicado recientemente en la revista «Journal of Cognitive Neuroscience», analizó los efectos del hockey sobre hielo en grupos con diferentes niveles de interacción con el deporte: jugadores activos, entusiastas que observaban partidos regularmente y no aficionados al hockey. Se emplearon pruebas cognitivas para evaluar capacidades como la memoria de trabajo, la atención selectiva, la velocidad de procesamiento y la capacidad de comprensión del lenguaje.
Los resultados revelaron mejoras significativas en las habilidades mentales tanto en los jugadores activos como en los espectadores habituales, comparados con el grupo que no tenía relación con el hockey.
El estudio sugiere una posible explicación para estos hallazgos al plantear que la observación activa de un deporte dinámico y complejo como el hockey, requiere atención focalizada, análisis rápido y comprensión de patrones complejos que activan las mismas áreas cerebrales involucradas en el juego físico.
Resultados del estudio

Los resultados del estudio sobre espectadores de hockey fueron sorprendentes. Tanto los jugadores activos como los espectadores habituales mostraron mejoras significativas en varias habilidades cognitivas, incluyendo:
- Memoria de trabajo: Capacidad para recordar información a corto plazo y manipularla.
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Atención selectiva: Habilidad para concentrarse en información relevante mientras se ignoran distracciones.
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Velocidad de procesamiento: Rapidez en la toma de decisiones y respuesta a estímulos.
- Comprensión del lenguaje: Facilidad para interpretar y comprender textos complejos, especialmente aquellos relacionados con el hockey.
Los grupos que observaban hockey regularmente demostraron habilidades comparables a las de los jugadores activos en algunas pruebas, lo que sugiere que la observación activa puede tener un impacto significativo en el desarrollo cognitivo.
El estudio no llegó a determinar si estos beneficios se mantienen a largo plazo o se deben a una simple activación cerebral momentánea durante la visualización del hockey.
Sin embargo, los resultados abren nuevas posibilidades para investigar el papel de la actividad física y la observación de deportes como herramientas para mejorar las funciones cognitivas.
Mejora en habilidades mentales y lingüísticas
El estudio reveló mejoras significativas en tanto habilidades mentales como lingüísticas en los participantes que observaban hockey regularmente.
En cuanto a las habilidades mentales, se evidenció un aumento en la memoria de trabajo, la atención selectiva, la velocidad de procesamiento y la capacidad de resolución de problemas. Esta mejora puede deberse al constante análisis y seguimiento de situaciones complejas durante el partido, lo que obliga al cerebro a trabajar de forma activa para comprender patrones, anticipar movimientos y tomar decisiones rápidas.
En cuanto a las habilidades lingüísticas, los participantes que observaban hockey demostraron una mayor capacidad para interpretar e comprender textos complejos relacionados con el deporte. Esto sugiere que la exposición constante a un lenguaje específico y técnicas del mismo impacta positivamente en la comprensión de conceptos técnicos y la adquisición vocabulario especializado.
Estos hallazgos abren nuevas líneas de investigación sobre el impacto del deporte, incluso en aquellos que no lo practican activamente, en el desarrollo y mantenimiento de habilidades cognitivo-lingüísticas.
Activación de áreas cerebrales
El estudio encontró que observar hockey activaba áreas cerebrales similares a las involucradas durante la ejecución del propio juego:
- Área de Broca: Responsable de la producción del lenguaje y se activan al analizar declaraciones de comentaristas y reglas.
- Área de Wernicke: Encargada de la comprensión del lenguaje y se activa al discernir instrucciones, información táctica y descripciones durante el partido.
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Corteza prefrontal: Asesora en funciones ejecutivas como la atención, memoria de trabajo y toma de decisiones rápidas, activada al seguir el ritmo de juego, predecir acciones y evaluar situaciones dentro del campo.
- Areas visuales: Se activan al procesar información visual de movimientos rápidos y precisos , patrones tácticos y detalles del entorno.
Esta evidencia sugiere que la observación activa de hockey, similar a la práctica misma , implica un alto procesamiento cognitivo que conlleva beneficios significativos para el funcionamiento cerebral.
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Impacto en la identificación de acciones
El estudio reveló que los espectadores de hockey mostraron una mayor capacidad para identificar acciones y patrones dentro del juego en comparación con los grupos control.
Esta mejora estaba relacionada con una activación más eficiente de áreas cerebrales involucradas en el procesamiento visual y la memoria espacial, lo que les permitía anticipar movimientos, reconocer estrategias tácticas y comprender las dinámicas del deporte de manera más precisa.
Esto indica que la observación activa de deportes como el hockey puede entrenar al cerebro para procesar información visual rápida y compleja, mejorando habilidades esenciales para diversos aspectos de la vida, como la comprensión de situaciones complejas, la toma de decisiones en tiempo real y la capacidad de análisis.
Estudios futuros necesarios
A pesar de los resultados prometedores, el estudio sobre los efectos del hockey en las habilidades cognitivas deja abiertas algunas preguntas que investigaciones posteriores podrían explorar:
- Efectos a largo plazo: ¿Se mantienen los beneficios de la observación activa a tiempo? Es necesario estudiar si estos cambios en las habilidades cognitivas son permanentes o solo temporarios. Estudios longitudinales podrían determinar si la exposición continuada al hockey, incluso sin su práctica activa, tiene un impacto duradero en el desarrollo cerebral.
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Factores específicos: ¿Qué elementos del hockey desencadenan estas mejoras cognitivas? ¿Es la velocidad del juego, la complejidad táctica, o la interconexión de los jugadores lo que potencia el aprendizaje? Investigar qué aspectos específicos del deporte contribuyen a las mejoras podría conducir a estrategias educativas más efectivas.
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Diversidad: ¿Se repiten los resultados en diferentes grupos demográficos? Se necesitarían estudios con participación diversa de edades, niveles educativos, experiencias deportivas y contextos culturales para determinar si la observación activa del hockey tiene el mismo impacto en todas las personas.
- Comparaciones con otros deportes: ¿Impacta la observación de otros deportes de manera similar? Comparar los efectos del hockey con otras disciplinas puede aportar una visión más amplia sobre cómo diferentes tipos de actividad visual impactan en el cerebro.
Las respuestas a estas preguntas podrían brindar información valiosa para comprender mejor los beneficios del deporte no solo como actividad física, sino también como herramienta para desarrollar habilidades mentales y cognitivas.
Conclusión
El estudio sugiere que la observación activa de hockey puede tener un impacto positivo en las habilidades cognitivas, especialmente en la memoria de trabajo, atención selectiva, velocidad de procesamiento y comprensión del lenguaje. Esta mejora se relaciona con una activación similar de áreas cerebrales durante la visualización del partido que la registrada en los jugadores activos. Los resultados abren nuevas líneas de investigación sobre el impacto positivo del deporte, incluso en aquella persona que no lo practica, para desarrollar capacidades cognitivas y lingüísticas.
Further research is needed to explore the long-term effects of hockey observation and determine if these cognitive benefits are transferable to other domains beyond sports comprehension.