En la vida, hay momentos en los que nos sentimos empujados a retomar objetivos que dejamos de lado o a explorar nuevos caminos. Para muchas personas, alcanzar la edad de 40 años puede ser una señal para empezar un viaje hacia una vida más saludable y activa. El running se presenta entonces como una excelente opción, ofreciendo innumerables beneficios a nivel físico y mental.
Sin embargo, empezar a correr a los 40 requiere una mirada diferente a la que quizás se tuviera durante la juventud. Nuestro cuerpo ya no responde de la misma manera, es por ello que debemos ser cautelosos y estratégicos al iniciar esta nueva aventura. Este artículo te guiará paso a paso para convertirte en un corredor a los 40 años sin poner en riesgo tu bienestar.
Planificación Esencial
Antes de ponernos las zapatillas, es crucial elaborar un plan sólido que tenga en cuenta nuestras necesidades individuales. No hay una receta única para todos, ya que el enfoque debe adaptarse al nivel físico y la salud preexistente de cada persona.
Empieza por consultar con tu médico o un fisioterapeuta para asegurarte de que estás apta para iniciar una rutina de running. Ellos podrán evaluar tu condición física actual y recomendarte un programa adaptado a tus particularidades. De igual forma, no dudes en incluir a un entrenador personal o coach especializado en running para recibir orientación durante los primeros pasos.
Definir objetivos realistas es fundamental para mantener la motivación e impedir frustraciones. No te enfoques únicamente en la distancia al principio, sino en mejorar tu resistencia y sentirte más cómoda corriendo. Enfatiza el proceso de aprendizaje y celebra cada logro pequeño como un paso importante hacia tu meta final.
Fortalecimiento Musculoesquelético
El running puede poner una gran demanda sobre nuestro cuerpo, especialmente a partir de los 40 años, cuando la densidad ósea y la masa muscular pueden empezar a disminuir. Es por ello que el entrenamiento de fuerza se convierte en un componente crucial para prevenir lesiones y mejorar tu rendimiento en el running.
Incorpora ejercicios con pesas o usando tu propio peso corporal, como sentadillas, lunges, flexiones de brazos y abdominales. No solo fortalecerás tus músculos, sino también mejorarás tu equilibrio y coordinación, aspectos esenciales para una buena técnica al correr. La intensidad del entrenamiento debe aumentar progresivamente a lo largo del tiempo, siempre escuchando a tu cuerpo y evitando superar tus límites.
Asegúrate de hacer estiramientos después de cada sesión de entrenamiento de fuerza para mejorar la flexibilidad y reducir el riesgo de lesiones.
Adaptación Grupal: Correr e Intercalar
Al inicio no se trata de correr largas distancias, sino más bien de aclimatarse al ejercicio. Si te resulta difícil correr a un ritmo constante por periodos prolongados, utiliza la técnica de intervalos: alterna periodos corriendo con períodos caminando.
Comienza con intervalos cortos de 3-5 minutos corriendo y 5-7 minutos caminando. A medida que tu resistencia mejore, aumenta gradualmente la duración de los corredores intermedios y disminuye la del caminar. Escucha a tu cuerpo y descansa cuando lo necesites.
La práctica regular es clave para fortalecer tus piernas y tu corazón. En vez de un maratón inicial, piensa en empezar con sesiones cortas de 20-30 minutos, tres días por semana. Recuerda que la constancia y una progresión gradual son más importantes que la intensidad al principio.
Priorizando el Descanso
Las adaptaciones del entrenamiento requieren tiempo y descanso. Es fundamental darle a tu cuerpo el reposos necesario para recuperarse después de las sesiones de running. El descanso no solo permite a los músculos repararse sino que también aumenta tu resistencia al esfuerzo futuro.
Intenta dormir 7-8 horas por noche para facilitar la recuperación muscular. Incorpora días de descanso completo en tu agenda semanal, dedicando esos días a actividades tranquilas como yoga, meditación o paseos lentos. Escucha las señales del cuerpo: si sientes dolor, cansancio excesivo o falta de motivación, no dudes en tomar un día extra de descanso.
Adaptar el Equipo
Un mal equipo puede ser el responsable de lesiones y un entrenamiento desfavorable. Para empezar a correr a los 40, lo ideal es enfocarse en la comodidad y funcionalidad, sin necesariamente caer en gastos excesivos.
Empieza con un calzado adecuado para running que ofrezca buena amortiguación y soporte. Visita tiendas especializadas donde te puedan asesorar sobre el tipo de calzado ideal según tu pisada y necesidades. Las prendas de vestir deben ser transpirables y cómodas. No es necesario invertir en ropa especializada al principio, puedes empezar con atuendos deportivos que tengas a mano. Recuerda que lo más importante es sentirte cómodo y seguro durante la carrera.
Conclusión
Empezar a correr a los 40 puede ser una experiencia transformadora, pero requiere paciencia, planificación y atención a tu cuerpo. No te compares con corredores jóvenes ni te agobies con metas imposibles. Con un enfoque estratégico que priorice el fortalecimiento musculoesquelético, la adaptación gradual del ritmo de carrera y el cuidado del descanso, podrás disfrutar de los beneficios del running a cualquier edad. Recuerda:
el objetivo es alcanzar una vida más saludable y activa, y cada paso cuenta. Disfruta del proceso y celebra tus logros, porque tu cuerpo te dirá cuando lo esté haciendo bien.
Beneficios del running después de los 40

Correr a los 40 ofrece una serie de beneficios que trascienden el simple hecho de mejorar la capacidad física. Es un acto que puede transformar tu salud en su conjunto, mejorando tu estilo de vida y bienestar general.
El running actúa como un poderoso escudo contra las enfermedades crónicas, reduciendo el riesgo de padecer diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer. Al fortalecer tu sistema cardiovascular, mejora la circulación sanguínea, llevando oxígeno y nutrientes a todas las células del cuerpo. De esta manera, mejoran tus niveles de energía y concentración, lo cual beneficia a tu rendimiento en actividades diarias y laborales.
Más allá del aspecto físico, el running tiene un efecto profundo en tu salud mental. Las endorfinas liberadas durante la actividad física tienen un impacto positivo en tu estado de ánimo, combatiendo el estrés, la ansiedad y la depresión. Al correr, te sumergis en un espacio donde puedes conectar contigo mismo, despejar tu mente y encontrar claridad.
Evitar lesiones durante la rutina
Aunque sea una actividad beneficiosa, es importante prevenir lesiones al empezar a correr a los 40. Ya sea por la estructura ósea diferente o sencillamente porque nuestros hábitos han cambiado con el paso del tiempo, el cuerpo puede ser más susceptible a las lesiones.
Lo primero esencial es calentar adecuadamente antes de cada sesión de running. Estos calentamientos nunca deben ser solo trotes cortos antes de comenzar a correr. Incluir estiramientos dinámicos en los movimientos previos al entrenamiento ayuda a prepar los músculos para la actividad intensa y a mejorar la flexibilidad. De igual forma, realizar estiramientos estáticos después del entrenamiento ayuda a el cuerpo relajarse y disminuir el riesgo de lesiones musculares.
Escucha tu cuerpo y descansa cuando lo necesites. No ignores el dolor, ni aumentes la intensidad o duración de las rutinas más rápido de lo que te permita tu salud física actual. Un buen descanso entre sesiones permite a los músculos recuperarse y fortalecerse para soportar mejor las exigencias del running.
Planificación y preparación previa
Para iniciar un programa de running a partir de los 40 años, es vital una fase de planificación y preparación previa que te permita afrontar la actividad con seguridad y eficacia. Recuerda que cada persona tiene necesidades e histórico físico diferentes.
Consulta médica: Tu primer paso es un chequeo médico con tu doctor o fisioterapeuta. Ellos evalúan tu condición actual, identifican posibles riesgos o limitaciones y aconsejan adaptar el programa a tu caso particular. No saltes esta etapa, pues previene futuras complicaciones.
Establece objetivos realistas: Los objetivos iniciales deben ser alcanzables y que te motiven. Evita compararte con otros corredores, ya que tu progreso es individual. Comienza con metas como correr por 20 minutos sin interrupciones tres días a la semana, o cubrir una distancia específica (como un kilómetro) a un ritmo cómodo.
Evalúa tu nivel de actividad: Si has sido sedentario durante tiempo, comienza gradualmente. Incorpora pequeñas actividades físicas cotidianas antes del running: caminar durante 30 minutos diarios, subir escaleras en vez del ascensor, etc.
Compra el equipo adecuado: Calzado deportivo es fundamental. Visita tiendas especializadas y prueba diferentes modelos. La comodidad y el soporte son clave para evitar lesiones. En cuanto a ropa, elige prendas transpirables que permitan la movilidad.
En resumen:
* Conexión médica: Un paso crucial para un programa seguro y eficaz.
-
Objetivos realistas: Comienza con metas alcanzables que te motiven progresivamente.
-
Nivel de actividad: Gradualidad es clave para evitar sobre esfuerzos.
-
Equipo adecuado: Calzado deportivo y ropa cómoda son esenciales.
-
Entrenamiento de fuerza
El entrenamiento de fuerza es fundamental para corredores de todas las edades, pero especialmente a partir de los 40 años. Un enfoque estratégico en la fuerza ayudará no solo a mejorar tu rendimiento en el running, sino también a protegerte de lesiones y mantener una buena salud física general.
Importancia del entrenamiento de fuerza:
* Fortalece músculos claves para correr: Cuádriceps, isquiotibiales, glúteos, core y músculos estabilizadores.
* Aumenta la potencia y velocidad de carrera
* Mejora la resistencia y capacidad para largas distancias.
* Reduce el riesgo de lesiones al fortalecer tendones, ligamentos, huesos y articulaciones.
Ejercicios recomendados:
- Sentadillas: En varias variaciones (frontal, trasera, sumo) trabajan cuádriceps, glúteos e isquiotibiales.
- Lunges: (Pasos a un lado) Fortalece cuádriceps, glúteos e isquiotibiales de forma individual.
- Prensa: (con peso libre o máquina) Trabaja principalmente cuádriceps.
- Deadlifts: Forman una base sólida y trabajan todo el cuerpo, mejorando la potencia en las piernas y la espalda baja.
- Planchas: Fortalece el core (abdominales y espalda baja) para estabilidad y transferencia de fuerza.
Consejos para entrenar con seguridad:
* Calentamiento: 5-10 minutos de cardio ligero y estiramientos dinámicos antes de cada sesión.
* Técnica correcta: Es fundamental una ejecución precisa para prevenir lesiones. Busca ejemplos en internet o recibe orientación de un profesional.
* Aumento progresivo: Incrementa peso, repeticiones o series gradualmente a medida que te fortalezcas.
Intenta realizar sesiones de entrenamiento de fuerza 2-3 veces por semana, con días de descanso entre cada sesión. Recuerda que la consistencia y la técnica correcta son claves para obtener mejores resultados.
Rutinas de carrera para principiantes
- Semana 1:
- Lunes: Caminata ligera durante 20 minutos.
- Miércoles: Trota suave durante 5 minutos, caminar durante 5 minutos, repetir dos veces.
- Viernes: Caminata ligera durante 25 minutos.
- Semana 2:
- Lunes: Caminata ligera durante 25 minutos.
- Miércoles: Trota suave durante 7 minutos, caminar durante 5 minutos, repetir dos veces.
- Viernes: Caminata ligera durante 30 minutos.
- Semana 3:
- Lunes: Caminata rápida durante 20 minutos.
- Miércoles: Trota suave durante 10 minutos, caminar durante 5 minutos, repetir una vez.
- Viernes: Correr a un ritmo ligero durante 15 minutos sin pausas.
Consejos importantes:
- Escucha tu cuerpo: Si sientes dolor, detente y descansa.
- Hidrátate bien: Bebe agua antes, durante y después de cada sesión.
-
Estiramientos: Realiza estiramientos dinámicos antes y estáticos después de correr para mejorar la flexibilidad y prevenir lesiones.
Recuerda que esto es solo una guía general.
Adapta las rutinas a tu propio ritmo y necesidades.
¡Buena suerte en tu camino como corredor!
Importancia de la progresión gradual

La progresión gradual es fundamental para evitar lesiones y lograr un entrenamiento efectivo al correr, especialmente después de los 40 años. Es un principio que consiste en aumentar gradualmente la intensidad, duración o frecuencia de tus sesiones de running de forma controlada y segura.
¿Por qué es tan importante?
- Adaptación física: Tu cuerpo necesita tiempo para adaptarse a las nuevas exigencias del entrenamiento. Aumentar el esfuerzo a pasos agigantados puede sobrecargar tu sistema muscular y articular, lo que abre la puerta a lesiones como tendinitis, fascitis plantar o estrés óseo.
- Prevención de lesiones: La progresión gradual permite que tus músculos, huesos y articulaciones se fortalezcan gradualmente, reduciendo el riesgo de lesiones comunes en corredores.
- Mejor rendimiento: Al entrenar de forma progresiva, tu cuerpo se adapta de manera eficiente , mejorando tu resistencia, potencia y velocidad a largo plazo sin poner en riesgo tu salud.
Ejemplos de progresión gradual:
- Aumentar la distancia corrido cada semana en un máximo del 10%
- Agregar sesiones de trote más largas gradualmente
- Aumentar la intensidad de tus entrenamientos incrementando el ritmo o velocidad
Consejos para una progresión segura:
- Escucha a tu cuerpo: Si sientes dolor, descansa y reduce la intensidad.
- Días de descanso: Integra días de descanso activo (caminatas suaves) o completamente sin actividad en tu programa semanal
Recuerda, el progreso lento y constante es más valioso que un crecimiento acelerado que puede llevarte a sufrir lesiones.
Prevención de lesiones
La seguridad ante todo. Prevenir lesiones es primordial al correr, especialmente después de los 40 años. A medida que envejecemos, nuestro cuerpo cambia; huesos y músculos pueden ser más susceptibles a desgarros o esfuerzos excesivos .
Aquí tienes consejos clave para minimizar el riesgo de lesiones:
Antes del entrenamiento:
- Calentamiento dinámico: 5-10 minutos de ejercicios como rotaciones de hombros, rodillas flotantes, lunges suaves. Prepara tus articulaciones y músculos para la actividad.
- Estiramiento dinámico: No estáticos ni de larga duración. Movimientos controlados que aumenten la flexibilidad gradualmente (círculos con las piernas, estiramiento del tobillo).
Durante el entrenamiento:
- Técnica correcta:
- Cadencia rápida (más pasos por minuto) = menos impacto en articulaciones.
- Postura neutra con hombros relajados y vista hacia adelante, no abajo.
- No sobrecargar: Aumentar la distancia o intensidad progresivamente.
Después del entrenamiento:
-
Enfriamiento: 5-10 minutos de trote suave y estiramientos estáticos para cada grupo muscular (mantén cada estiramiento 30 segundos).
-
Recuperación:
- Descanso adecuado: 1-2 días sin correr al menos por semana.
- Nutrición rica en proteínas y antioxidantes,
- Hidratación constante.
Otros factores clave:
- Calzado apropiado: Compra zapatillas con soporte para tu tipo de pisada y que reemplaces cada 500-800 km (o antes si se dañan)
- Escucha a tu cuerpo: Si sientes dolor, detente, descansa e investiga el origen para evitar complicaciones.
Recuerda: La prevención es más efectiva que la curación. Invierte tiempo en cuidar tu cuerpo y disfrutará corriendo durante muchos años!
El descanso como parte esencial del entrenamiento
El descanso no es debilidad; es una pieza fundamental del rompecabezas del éxito en el entrenamiento de running, especialmente después de los 40 años.
Beneficios del descanso adecuado:
- Recuperación muscular: Durante el descanso, tu cuerpo repara los micro-desgarros en los músculos causados por la carrera y sintetiza nuevas proteínas para reconstruir tejido más fuerte.
- Replenish Glycogen levels: El glicogeno es tu energía almacenada; el descanso permite que se recupere de manera completa para tus próximas sesiones de entrenamiento.
- Prevenir sobreentrenamiento: La fatiga excesiva puede llevar a lesiones, disminución del rendimiento, desmotivación e incluso problemas inmunológicos. El descanso te protege de este síndrome.
¿Qué tipo de descanso necesitas?
- Descanso activo: Caminatas ligeras, yoga suave o estiramientos ayudan a mejorar la circulación y flexibilitas sin sobrecargar el cuerpo.
-
Día completo libre: Permites que tu cuerpo se recupere completamente de la actividad física intensa.
-
Sueño de calidad: 7-8 horas de sueño son esenciales para una recuperación óptima. La falta de sueño afecta negativamente a la capacidad muscular, la resistencia y el estado de ánimo. ¡Escucha las recomendaciones del «horario natural» de tu cuerpo!
Escuchar a tu cuerpo: El descanso no es un número fijo. Algunos días necesitarás más descanso que otros. Presta atención a:
- Cansancio muscular persistente
- Dificultad para concentrarse o tomar decisiones
- Mayor frecuencia de enfermedades
- Movilidad disminuida
Si experimentas alguno de estos síntomas, da prioridad al descanso.
Recuerda: El descanso estratégico es un ingrediente clave para conseguir resultados sostenibles al correr y disfrutar del proceso durante años.
Equiparamiento inicial
Para empezar a correr, necesitas lo esencial:
Zapatillas: ¡Tu inversión más importante! Busca zapatillas de running específicas para tu tipo de pisada (supinación, neutra o sobrepronación) y que te proporcionen soporte adecuado. Visita una tienda especializada donde puedan evaluar tu pisada. Ajustar bien la talla es crucial para evitar lesiones.
Ropa técnica:
-
Opta por ropa que sea transpirable para mantenerte seco durante el entrenamiento. Evitar telas de algodón que retienes la humedad.
- Camiseta y pantalones cortos o legging adecuados: prueba diferentes materiales y tejidos para encontrar lo más cómodo para ti.
Otras consideraciones (opcional al principio):
- Cinturón para móvil: Para llevar tu teléfono mientras corres, útil para seguir tu ritmo o escuchar música.
-
- Audífonos deportivos: Si te gusta escuchar música o podcasts durante la carrera, elige auriculares con buen aislamiento de ruido y que se ajusten bien a tu oído.
Essentials:
- Una botella de agua o un cinturón portabebidas.
- Probar diferentes opciones para encontrar lo más cómodo para ti.
Recuerda: es mejor empezar con lo básico y ir agregando equipamiento conforme necesitas o te sientas más cómodo. Es importante que la ropa y el calzado sean cómodos para evitar irritaciones o molestias durante las carreras.
Consejos adicionales para una experiencia exitosa
Aquí hay algunos consejos extras para que tu aventura en el running sea positiva y satisfactoria:
Mentalidad:
- Establece metas realistas: No te obsesiones con la velocidad o la distancia al principio. Enfocarte en completar tus entrenamientos y disfrutar del proceso es fundamental.
- Celebrar logros pequeños: Cada sesión, cada kilómetro, cada semana completada son hitos a celebrar. Mantén la motivación alta.
Diversidad:
- Mezcla tu rutina para evitar la monotonía: Prueba diferentes terrenos (asfalto, senderos, parque) o integra periodos de intervalado (correr rápido y recuperar) para un entrenamiento más dinámico.
- Considera clases de running con otros corredores: El apoyo grupal y la dinámica pueden ayudarte a mantener el ritmo y la motivación.
Socialización:
-
Corre con amigos o familiares: La compañía hace que los entrenamientos sean más divertidos y te ayudan a mantener el compromiso.
Disfruta del proceso:
- Reconoce la alegría de correr: Presta atención a tu entorno, respira aire fresco, siente el ritmo de tus pasos. El running puede ser una experiencia profundamente gratificante para tu cuerpo y espíritu.
Recuerda: La clave es escuchar a tu cuerpo, adaptarte a él y divertirte mientras aprendes y creces en este apasionante viaje del running.
El ejercicio patinaje es una actividad divertida y efectiva para tonificar tu cuerpo mientras disfrutas al aire libre bajo el sol. Desde fortalecer tus piernas, glúteos y core hasta mejorar tu equilibrio y coordinación, el patinaje ofrece una variedad de beneficios físicos que te ayudarán a mantenerte en forma.
Conclusión
Correr después de los 40 años puede ser una experiencia gratificante y saludable si se enfoca en la prevención, el progreso gradual y el disfrute personal. Escucha a tu cuerpo, respeta sus límites, implementa técnicas correctas, y disfruta del viaje! Recuerda que cada paso es un avance hacia una vida más activa y plena. ¡Corre con alegría y disfruta!