La ensalada de arroz con gambas es un plato que evoca directamente el verano, el mar y una explosión de sabores frescos. Es una receta increíblemente versátil, que permite personalizarla con una gran variedad de ingredientes, desde clásicos mediterráneos hasta toques tropicales. La clave para una buena ensalada de arroz con gambas reside en la calidad de los ingredientes y, sobre todo, en la correcta técnica de cocción del arroz. No se trata solo de un acompañamiento, sino de una experiencia culinaria que se disfruta en cualquier momento del día. Y lo mejor es que es relativamente sencilla de preparar, incluso si quieres sorprender a tus invitados con una comida deliciosa y colorida.
El Arroz Base: La Clave de la Textura
La base de esta ensalada de arroz con gambas es, sin duda, el arroz. Para obtener esa textura granulosa, ideal para que absorba los sabores sin ponerse pastoso, es fundamental elegir un arroz basmati tipo largo. Este tipo de arroz es conocido por su resistencia al cocerse, lo que resulta en granos separados que mantienen su forma. Sin embargo, la técnica de cocción es crucial. Ya sea cocinado al vapor o en abundante agua hirviendo, es importante no sobrecocerlo. Después de la cocción, se debe mezclar con un poco de aceite vegetal o vinagre para evitar que se pegue y se vuelva pastoso. Asegúrate de que el agua del arroz se haya evaporado por completo; un arroz húmedo arruinará el resultado final.
Gambas Perfectas: Jugosas y Rosadas
La calidad de las gambas es determinante en el éxito de la ensalada de arroz con gambas. Opta por gambas frescas si es posible, o, en su defecto, gambas congeladas de buena calidad. Si utilizas gambas congeladas, descongelalas completamente antes de usarlas. Para que las gambas queden jugosas y rosadas, es crucial cocinarlas a fuego fuerte. Evita cocinarlas demasiado, ya que se secarán y perderán su sabor. Un buen truco es añadir un poco de zumo de limón durante los últimos minutos de cocción, lo que ayuda a mantener un color rosado vibrante y a realzar el sabor. También asegúrate de salarlas previamente para que absorban bien el sabor.
El Aliño: El Alma de la Ensalada

El aliño es lo que realmente transforma la ensalada de arroz con gambas en un plato memorable. La combinación clásica que aquí proponemos – aceite de oliva virgen extra, vinagre blanco, zumo de limón, sal, pimienta negra y guindilla opcional – ofrece un equilibrio perfecto de sabores ácidos, salados y ligeramente picantes. La cantidad de aliño debe ajustarse al gusto personal, pero es importante no excederse, ya que podría hacer que el arroz se empape. Un consejo útil es preparar el aliño con antelación para que los sabores se mezclen y desarrollen completamente. El uso del “jugo de berberechos” es un detalle que intensifica considerablemente el sabor marino, aportando una dimensión extra de autenticidad.
Variaciones Infinitas: Personaliza tu Ensalada
La belleza de esta receta está en su adaptabilidad. No hay límites para la creatividad. Puedes añadir ingredientes mediterráneos como aceitunas y queso feta para un toque tradicional. Los ingredientes tropicales como el aguacate, el mango y la piña aportan un contraste de sabores y texturas muy interesante. Incluso puedes experimentar con especias y hierbas aromáticas, como cilantro, albahaca o mejorana. La ensalada de arroz con langostinos (si eliges usar langostinos en lugar de gambas) también funciona perfectamente con estas modificaciones. ¡La clave es probar y encontrar la combinación que más te guste!
Conclusión: Un Placer Simple y Fresco
En definitiva, la ensalada de arroz con gambas es un plato que celebra la sencillez y el sabor del mar. Uniendo una buena técnica de cocción, ingredientes de calidad y una pizca de creatividad, puedes crear una comida fresca y deliciosa que encantará a cualquier paladar. No te compliques, experimenta y descubre tu propia versión de esta receta tan versátil y refrescante.