Que Comer Día de la Carrera: Guía Nutrición y Rendimiento

Foto del autor

Creado por Rosa Montero

La preparación para una carrera va más allá del entrenamiento físico; también implica una estrategia nutricional meticulosa. La clave para un rendimiento óptimo radica en la gestión cuidadosa de los alimentos y los líquidos que introducimos en nuestro cuerpo durante las horas previas, el día de la competición y, especialmente, en el momento mismo de la carrera. Entender qué que comer el día de la carrera es fundamental para evitar problemas y maximizar tu potencial. La nutrición no es solo llenar el estómago, es optimizar tu combustible y tu recuperación. A continuación, exploraremos los aspectos más importantes de la alimentación para una carrera, desde la planificación previa hasta la recuperación posterior.

La Estrategia Previa: Alimentación de 24-48 Horas

La base de todo un buen plan nutricional para la carrera se construye en los días previos. Los 24-48 horas que anteceden a la competición son cruciales para cargar tus músculos con las reservas de glucógeno que necesitarás. Esto implica aumentar gradualmente tu ingesta de carbohidratos complejos, como pasta, arroz integral, batatas o pan integral, que serán tu principal fuente de energía durante la carrera. Aumentar este consumo de carbohidratos no solo te ayudará a saturar tus músculos con glucógeno, sino que también permitirá que tu cuerpo se acostumbre a utilizar estos carbohidratos como combustible. Es importante recordar que esta carga de carbohidratos debe ser progresiva para evitar molestias gastrointestinales. Además, mantener una hidratación adecuada durante este periodo también es vital, ya que los músculos están más deshidratados y requieren más agua. Este periodo de preparación es la verdadera clave para que tu cuerpo esté listo para afrontar el desafío.

El Desayuno: El Primer Combustible

El desayuno del día de la carrera es quizás el momento más importante de la estrategia nutricional. Idealmente, se debe consumir entre 2 y 3 horas antes de la competición, y debe ser una combinación equilibrada de carbohidratos, proteínas y grasas saludables. Este desayuno debe ser fácil de digerir para evitar problemas gastrointestinales que puedan afectar tu rendimiento. Evita alimentos ricos en fibra, grasas pesadas o ingredientes que sabes que te causan molestias, como el brócoli o las lentejas. Opta por opciones como avena con frutas y un puñado de nueces, un smoothie con proteína y plátano, o una tostada con aguacate y un poco de miel. Lo importante es priorizar una fuente de energía de rápida absorción sin comprometer la digestión. Planificar este desayuno con anticipación te dará tranquilidad y te sentirá más seguro de que tu cuerpo está preparado para el esfuerzo.

Nutrición Durante la Carrera: Una Suministro Constante

Corredor solitario en luz atmosférica

Una vez que la carrera comienza, tu principal objetivo es mantener tus niveles de glucosa en sangre estables para evitar el bajón energético y mantener tu rendimiento al máximo. Que comer el día de la carrera durante la carrera se basa en una estrategia de pequeñas dosis de carbohidratos de fácil digestión, consumidos cada 30-60 minutos. Estas dosis, de 25-30 gramos, pueden ser en forma de geles, gomitas, bebidas deportivas o incluso trozos de fruta como plátanos. Es crucial que estos alimentos sean fáciles de digerir para evitar problemas gastrointestinales. Llevar una variedad de opciones te permitirá adaptarte a tus necesidades y preferencias en el momento. Además de los carbohidratos, la hidratación constante es vital; prioriza líquidos isotonicos en las primeras horas para reponer los fluidos perdidos por el sudor. Ajusta tu ingesta en función de la intensidad del esfuerzo y la temperatura ambiente.

Hidratación Estratégica: Más Allá de la Sed

La deshidratación puede ser un factor limitante en el rendimiento de cualquier corredor. Además de los carbohidratos, la hidratación debe ser una prioridad constante durante la carrera. Empieza con líquidos isotonicos en las primeras horas, que ayudan a reponer los electrolitos perdidos a través del sudor. A medida que la carrera avanza, y dependiendo de la temperatura ambiente y tu nivel de sudoración, deberás ajustar tu ingesta de líquidos. Escucha a tu cuerpo, bebe cuando sientas sed y no esperes a sentirte deshidratado. La deshidratación no es sólo una sensación de sed, puede afectar tu fuerza, tu velocidad y tu capacidad mental. Considera incorporar electrolitos en tus bebidas para reemplazar los perdidos y prevenir el desequilibrio, lo que puede causar calambres y molestias.

Recuperación Post-Carrera: Reponer Al Máximo

Una vez que cruzas la línea de meta, es crucial comenzar la recuperación con una estrategia nutricional específica. Tu cuerpo ha utilizado sus reservas de glucógeno muscular, por lo que debes reponerlas con carbohidratos. También es importante restaurar el equilibrio electrolítico, que se ha alterado debido a la sudoración. Una bebida y un snack ricos en carbohidratos y electrolitos te ayudarán a reponer tus reservas de energía y a acelerar la recuperación muscular. No olvides consumir proteínas para reparar las fibras musculares dañadas. Este periodo de recuperación es tan importante como el entrenamiento y la carrera en sí misma.