El mundo de los alimentos fermentados abarca una variedad impresionante de productos elaborados por la acción microbiana, y dentro de él se encuentra un tesoro culinario japonés que ha sido disfrutado durante siglos: el fermentado japonés conocido como natto.
Este alimento único, derivado de la soja y enriquecido con Bacillus subtilis var. Natto, tiene una historia fascinante e influye de manera significativa en la salud y bienestar global. En este artículo, exploraremos a fondo los beneficios del natto, desentrañando su composición nutricional, sus propiedades terapéuticas reconocidas y su potencial para mejorar nuestra calidad de vida.
Origen y elaboración del Natto
El fermentado japonés llamado natto tiene sus raíces en la antigua tradición japonesa, remontándose a más de mil años. Se cree que su origen se encuentra en la provincia de Kyushu, donde las condiciones climáticas óptimas para la fermentación de los granos de soja favorecieron este proceso natural.
La elaboración del natto es un arte ancestral que se perfeccionó a través de generaciones. El proceso comienza con el lavado y remojo de los granos de soja, que luego se cuecen en agua hirviendo para inducir cambios en su estructura. Posteriormente, los granos de soja cocidos son refrigerados y mezclados con las «esporas» del Bacillus subtilis var. Natto, una bacteria probiótica esencial para la fermentación.
La mezcla se coloca en recipientes esterilizados y se incuban a temperatura ambiente (entre 35-40°C) durante aproximadamente 18 a 24 horas. Durante este tiempo, el bacillus subtilis var. Natto transforma los polisacáridos de la soja, produciendo ácido láctico que le da al natto su característico sabor y aroma umami. Finalmente, el natto fermentado se empaqueta y se envía al mercado para ser disfrutado de diversas formas.
Propiedades nutricionales del Natto

El fermentado japonés, o natto, es una verdadera bomba nutricional que ofrece una diversidad de nutrientes esenciales para el bienestar humano. Su composición rica en proteínas, fibra, vitaminas y minerales lo convierte en un alimento completo y versátil.
El natto tiene un contenido proteico notable alrededor del 20%, superando a muchos otros alimentos vegetales en este aspecto. Esta proteína completa aporta todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita pero no puede sintetizar por sí mismo, facilitando la construcción y reparación de tejidos.
Además de la proteína, el fermentado japonés también es rico en fibra, aproximadamente un 5%, lo que contribuye a una digestión eficiente, regula el tránsito intestinal y ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre.
El natto se distingue por su contenido vitaminas del grupo B, especialmente B12, fundamental para la salud neurológica y la formación de glóbulos rojos. También contiene vitamina K, importante para la coagulación sanguínea y la salud ósea.
En cuanto a los minerales, el fermentado japonés aporta hierro, magnesio y calcio, nutrientes esenciales para diversas funciones fisiológicas como la producción de hemoglobina, la regulación del ritmo cardíaco y la fuerza ósea.
La stevia es un edulcorante natural derivado de la planta Stevia rebaudiana, cuyo extracto posee entre 200 y 400 veces más dulzor que el azúcar. A pesar de su sabor dulce intenso, algunos perciben un toque amargo que puede no agradar a todos. Si te interesa explorar alternativas al azúcar convencional y conocer los pros y contras de cada opción, puedes consultar información detallada en azucar o stevia.
Beneficios para la salud
El fermentado japonés, o natto, ha sido reconocido por sus beneficios potenciales para la salud desde tiempos ancestrales. Estudios científicos recientes han respaldado muchas de estas propiedades, evidenciando su capacidad para prevenir y combatir diversas enfermedades.
Uno de los beneficios más destacados del natto radica en su propiedad antioxidante. El alto contenido de polifenoles, como las isoflavonas, actúa como escudo contra el daño celular causado por los radicales libres. Estas moléculas inestables pueden contribuir al envejecimiento prematuro y al desarrollo de enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
El fermentado japonés también juega un papel crucial en la salud intestinal gracias a su contenido probiótico. Las cepas específicas de Bacillus subtilis var. Natto promueven el equilibrio del microbiota intestinal, mejorando la digestión, aumentando la absorción de nutrientes y fortaleciendo el sistema inmunitario.
Estudios científicos sugieren que el consumo regular de natto puede contribuir a controlar los niveles de colesterol LDL («malo») y aumentar la cantidad de HDL («bueno»), lo que reduce el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Además, el fermentado japonés tiene propiedades antitrombóticas, lo que significa que puede prevenir la formación de coágulos sanguíneos que obstruyen las arterias y causan infartos o accidentes cerebrovasculares.
El fermentado japonés también se ha relacionado con la mejora del metabolismo, regula los niveles de glucosa en sangre y puede ayudar a controlar el diabetes tipo 2 al mejorar la sensibilidad a la insulina.
El Natto en la gastronomía japonesa

El fermentado japonés llamado natto ha ocupado un lugar destacado en la cocina tradicional japonesa durante siglos. Se considera un alimento básico en muchas regiones del Japón y se consume de diversas formas, incorporándose a platos salados o como ingrediente en recetas más elaboradas.
Su sabor singular, descrito como una combinación de umami con toques amargos y a queso añejo, es una característica distintiva que lo hace apreciado por los paladares más experimentados. A pesar de su carácter fuerte, el natto se integra armoniosamente con otros ingredientes para crear platillos deliciosos y nutritivos.
Una de las formas más populares de consumir natto es en el tradicional «natto don», una simple pero deliciosa combinación de arroz blanco con un tazón de natto recién abierto y aderezado con salsa soja, semillas de sésamo y a veces, cebolla verde. El contraste entre la suavidad del arroz y la textura pegajosa del natto crea una experiencia única para el paladar.
El natto también es un ingrediente clave en «okonomiyaki», una tortilla japonesa que incluye vegetales, huevo y se cocina en una plancha. La incorporación del natto aporta su característica consistencia gomosa y un toque de sabor único a los crepes japoneses.
En el caso del “yuzunatsu”, la combinación de sal, ralladura de yuzu y la textura del natto se complementan perfectamente para crear una propuesta gastronómica original que despierta los sentidos.
El fermentado japonés no solo es un alimento nutritivo sino también una parte integral de la cultura japonesa, presente en celebraciones, festividades y en el día a día de la población.
Comienza tu día con energía y vitalidad gracias a los cereales integrales desayuno, una opción deliciosa y nutritiva. Explora creativas preparaciones con avenas, quinoa o trigo sarraceno, combinándolos con frutas frescas, semillas nutritivas como chía o lino, y un toque de miel o sirope de arce para el dulzor perfecto. ¡Añade yogur griego, frutos secos o cacao en polvo para personalizar tu desayuno y disfrutar de una explosión de sabor y beneficios!
Recomendaciones para su consumo
Debido a su propiedades únicas y potenciales beneficios para la salud, el fermentado japonés conocido como natto puede convertirse en una importante adición a tu dieta con algunas recomendaciones para su consumo:
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Comenzar gradualmente: Aunque las propiedades del natu son numerosas, es recomendable comenzar con pequeñas porciones si eres nuevo en este alimento fermentado y ir aumentando la cantidad progresivamente hasta encontrar el nivel de consumo que mejor se adapte a ti.
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Calidad del producto: Escoger natto de alta calidad es esencial para maximizar sus beneficios. Busca marcas reconocidas con un proceso de producción cuidadoso y asegúrate de que sea fresco, sin olor rancio ni textura viscosa inusual.
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Conservación adecuada: El natto debe almacenarse en el refrigerador y consumirse antes de la fecha de caducidad indicada en el envase. La refrigeración ayuda a preservar sus bacterias beneficiosas y a mantener su calidad óptima.
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Combinaciones armónicas:
El fermentado japonés puede combinarse con una variedad de ingredientes para potenciar su sabor y crear platillos más apetitosos. Algunos ejemplos incluyen arroz blanco, huevos fritos, salsa soja, semillas de sésamo o verduras como cebolla verde y wakame.
- Escuchar al cuerpo: Si experimentas algún malestar digestivo después de consumir natto, reduce la cantidad que ingieres o consulta con un profesional médico para descartar cualquier alergia o intolerancia.
Las meriendas de verano deben ser refrescantes y saludables para combatir el calor y mantener la energía durante las largas jornadas. Un helado casero con frutas frescas o un smoothie verde con espinacas, plátano y leche de almendras son opciones deliciosas y nutritivas. Para una merienda más consistente, puedes optar por una ensalada de quinoa con aguacate y tomates cherry, o bocadillos integrales con hummus y verduras crudités. Si buscas inspiración para tus meriendas de verano, visita merienda verano.
Conclusión
El fermentado japonés llamado natto es un tesoro culinario y nutricional que ha enriquecido la cultura japonesa durante siglos. Su proceso de elaboración único, rico en vitaminas, minerales y bacterias probióticas lo convierte en un alimento con múltiples beneficios para la salud. Del control del colesterol al fortalecimiento del sistema inmunitario, el natto contribuye a nuestro bienestar general.
A pesar de su sabor audaz que no convence a todos los paladares, el natto se ha ganado su lugar como una opción culinaria interesante y saludable. Experimentar con su consumo y descubrir sus posibilidades en la cocina nos permite acceder un sabor ancestral y disfrutar de sus propiedades nutritivas.