Las hernias discales son afecciones comunes que afectan a millones de personas, causando dolor y limitación en el movimiento. A pesar del dolor que pueden generar, es importante mantener una vida activa para prevenir el deterioro físico y mejorar la salud general. Este artículo se enfoca en cómo realizar ejercicio seguro con hernia discal, ofreciendo información sobre cómo adaptarte y continuar tu rutina de entrenamiento.
Este manual detallado te guiará a través de las consideraciones importantes sobre entrenamiento con hernia discal, incluyendo modificaciones de ejercicios, estrategias de manejo del dolor y pautas clave para una actividad física segura y efectiva. Si tienes una hernia discal, este artículo es una guía esencial para mantenerte activo y alcanzar tus objetivos de fitness sin comprometer tu recuperación o salud.
Tipos de Hernia Discal
Existen diferentes tipos de hernias discales, cada una con características distintivas que pueden influir en las actividades físicas que puedes realizar. Te presentamos algunos tipos más comunes:
- Hernia Discal Lumbar: Es la más prevalente y ocurre en la parte baja de la espalda, donde se encuentran los discos intervertebrales más grandes. Esta hernia puede causar dolor lumbar, irradiación al glúteo e incluso a las piernas.
- Hernia Discal Cervical: Afecta a la región del cuello y puede generar dolor de cabeza, rigidez y dificultad para mover el cuello. En algunos casos, puede afectar los brazos y las manos.
- Protrusión Discal: Ocurre cuando la parte interna del disco se expulsa ligeramente afuera, pero no llega al espacio intervertebral (donde están los nervios). Puede ser asintomática o causar dolor leve a moderado.
- Extrusión Discal: Se caracteriza por una salida completa de la médula pulposa de un disco, presionando directamente sobre los nervios y provocando dolor intenso que puede irradiarse a otras partes del cuerpo.
Es importante comprender el tipo específico de hernia discal que tienes para poder adaptar tus actividades físicas adecuadamente y evitar daños adicionales.
- Considera consultar con un specialist o fisioterapeuta para recibir un diagnóstico preciso y pautas personalizadas para tu situación.
Síntomas y Complicaciones
Los síntomas de una hernia discal pueden variar dependiendo del tipo, la ubicación y el grado de protrusión del disco. Es importante prestar atención a las señales que tu cuerpo te envía para conocer cuándo debes modificar tus actividades o consultar con un profesional médico.
- Dolor: El dolor es el síntoma más común y puede manifestarse como:
– Dolor agudo: Que se intensifica al realizar movimientos específicos, cargar peso o permanecer en una misma postura durante mucho tiempo.
– Dolor a lo largo de la columna vertebral: Puede irradiarse hacia las glúteos y piernas en el caso de una hernia lumbar, o hacia los brazos y manos en la cervical. - Entumecimiento y/o adormecimiento: Se puede sentir en las extremidades inferior o superior, siendo un síntoma que indica posible compresión del nervio raquídeo.
- Debilidad muscular: Puede ser un indicativo de daño a los nervios y músculos a causa de la presión del disco herniado.
Las complicaciones potencialmente graves que pueden surgir por ignorar una hernia discal incluyen:
* **Problemas neurológicos permanentes**: En casos severos, la compresión nerviosa puede causar debilidad muscular permanente, pérdida de sensibilidad o incluso cambios en la coordinación muscular.
* Daño a las estructuras circundantes: Las hernias discales también pueden presionar sobre los vasos sanguíneos y otras estructuras cercanas al disco, lo que puede provocar inflamación e interferir con la función normal.
Recuerda: Si experimentas alguno de estos síntomas, es crucial buscar atención médica para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento personalizado.
Riesgos del Ejercicio Con Hernia
Es esencial tener en cuenta los riesgos potenciales asociados con el ejercicio cuando se tiene una hernia discal, ya que ciertas actividades pueden empeorar los síntomas o provocar lesiones adicionales.
- Aggravar la Hernia: Realizar ejercicios de alta intensidad o movimientos bruscos puede ejercer presión excesiva sobre las vértebras y el disco herniado, aumentando el dolor y progresión de la hernia discal. Es crucial evitar estiramientos o flexiones que causen dolor intenso.
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Daño a los Nervios: Las actividades que impliquen levantar objetos pesados o movimientos repetitivos pueden comprimir los nervios ya afectados por la hernia, intensificando el dolor e incluso generando entumecimiento o debilidad muscular.
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Lesiones Musculares y Ligamentarias: La falta de flexibilidad y resistencia adecuada a causa del dolor puede aumentar el riesgo de desgarros musculares o lesiones en los ligamentos durante las actividades físicas
Es fundamental adaptar tu rutina de entrenamiento y elegir ejercicios seguros y efectivos para minimizar estos riesgos.
La nueva rueda de los alimentos para 2023, según se detalla en nueva rueda de los alimentos, presenta un diseño más actualizado que busca simplificar las pautas dietéticas para una alimentación más lógica y equilibrada. Se presentan dos nuevos grupos: «Frutas y verduras», ahora combinados en una sección única, y un grupo dedicado «Cereales integrales, legumbres y frutos secos”, resaltando la importancia de alimentos ricos en fibra. Del mismo modo, se amplían las proporciones recomendadas para cada grupo, destacándose el consumo de frutas y verduras dentro del plato.
Reconocimiento de Signales de Alarma

Durante una sesión de ejercicio, es crucial estar atento a las señales de alarma que indica tu cuerpo para evitar empeorar la hernia discal o inducir otras lesiones.
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Aumento del Dolor: Si experimentas un aumento significativo del dolor durante o después del entrenamiento, detente inmediatamente. El dolor agudo que te impide continuar con comodidad no es normal, y podría indicar que estás sobreexigiendo tu cuerpo.
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Entumecimiento o Hormigueo: No ignores estos síntomas. Indicam pressión sobre los nervios y pueden ser una señal de empeoramiento del problema.
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Debilidad Muscular: Una disminución repentina en la fuerza muscular durante o después del ejercicio puede indicar daño a los nervios o músculos.
- Dolor Irradiación: Si el dolor se expande más allá del área afectada por la hernia (por ejemplo, del lumbar hacia la pierna), es una señal de que necesitas reducir la intensidad del ejercicio o consultar con un especialista.
Recuerda: es preferible detener la actividad físico y descansar cuando notes alguno de estos signos.
No ignores los mensajes que te envía tu cuerpo. Consultar con un fisioterapeuta u otro profesional de la salud puede ayudarte a identificar los ejercicios adecuados para ti y a realizarlos correctamente
Ejercicios a Evitar
Es fundamental evitar ciertos ejercicios que puedan agravar una hernia discal o aumentar el dolor. Si experimentas dolor al realizar alguno de estos ejercicios, detén la actividad inmediatamente y consulta con un profesional.
- Flexiones con Peso Adicional: La flexión hacia adelante puede ejercer presión sobre la zona lumbar y empeorar una hernia discal en esta área.
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Elevación de Piernas en Movimiento Rápido: Movimientos bruscos y rápidos pueden agravar la presión sobre el disco herniado, especialmente si se realizan con peso adicional.
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Dominadas o Colgar del Barco (de manera prolongada): Estas actividades pueden aumentar la presión en la columna cervical y empeorar una hernia discal en esta zona
Considera realizar opciones de entrenamiento más seguras que sean adaptadas a tus capacidades físicas y limitaciones.
Modificaciones en los Ejercicios
¡Aprender a modificar los ejercicios es clave para mantenerte activo con una hernia discal!
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Flexiones: Puedes realizar flexiones de pared o rodillas al suelo, disminuyendo la presión sobre la columna vertebral.
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Elevación de Piernas: En lugar de levantar las piernas totalmente, sube un poco a la vez y realiza movimientos lentos y controlados. Manten siempre la espalda recta, evitando arquear el lumbar.
- Dominadas: Si no puedes realizar dominadas completas, prueba con australianas (en ángulo), lo que reduce la tensión en tu columna cervical.
Recuerda: consulta con un fisioterapeuta para obtener modificaciones personalizadas según tu tipo de hernia y condición física.
Plantamiento Individualizado de Entrenamiento
Planteamiento Individualizado de Entrenamiento

No existe un solo plan de entrenamiento que sea adecuado para todas las hernias discales. Es crucial desarrollar un programa personalizado con la ayuda de un fisioterapeuta o profesional especializado, quien te evaluará y te guiará hacia la selección de ejercicios efectivos y seguros para tu condición específica.
El plan individualizado debería incluir:
- Evaluación: Se analizarán tus síntomas, tipo de hernia discal, nivel de actividad y limitaciones físicas actuales.
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Ejercicios Específicos: El programa se enfocará en fortalecer los músculos que sostienen la columna vertebral (abdominales, espalda baja, core), mejorar la flexibilidad y rango de movimiento, y minimizar el riesgo de dolor o lesiones durante el entrenamiento.
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Intensidad Gradual: Se empezará con actividades leves y se aumentará progresivamente la intensidad a medida que tus capacidades mejoran.
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Escuchar al Cuerpo: Es fundamental aprender a escuchar las señales de tu cuerpo durante el ejercicio y adaptar el plan si es necesario para prevenir lesiones.
Recuerda que un plan individualizado te proporcionará una base sólida para entrenar de forma segura y eficaz, mejorando tu salud y bienestar.
Estrategias para el Control del Dolor
Al tener una hernia discal, encontrar estrategias efectivas para controlar el dolor es crucial para mejorar la calidad de vida y la capacidad de realizar actividades diarias.
- Fisioterapia: Un programa de fisioterapia personalizado te ayudará a fortalecer los músculos que sostienen tu columna vertebral, mejorar la flexibilidad y reducir la presión sobre el disco herniado.
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Farmacología: En algunos casos, un médico puede recetar medicamentos analgésicos (analgésicos no esteroideos o opiáceos), antiinflamatorios o relajantes musculares para controlar el dolor.
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Terapia Manual: Técnicas de masaje y manipulación como la osteopatía pueden ayudar a aliviar el dolor al liberar tensiones en los músculos y articulaciones cercanas a la hernia discal
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Calor y Frío: Aplicar compresas calientes o frías en la zona afectada puede proporcionar alivio temporoal del dolor e inflamación.
- Técnicas de Relajación: La meditación, yoga, respiración consciente y otras técnicas de relajación pueden ayudar a controlar el estrés y reducir el percepción del dolor.
Recuerda que es importante consultar con un médico o fisioterapeuta para determinar la mejor estrategia de manejo del dolor para ti.
Beneficios del Ejercicio Moderado con Hernia
A pesar de los riesgos potenciales, el ejercicio moderado puede ofrecer numerosos beneficios para las personas que padecen hernias discales:
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Fortalecimiento muscular: El ejercicio ayuda a fortalecer los músculos abdominales y de la espalda baja, mejorando su capacidad para soportar y estabilizar la columna vertebral, reduciendo así la presión sobre el disco herniado.
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Aumento del Rango de Movimiento: Ejercicios específicos pueden mejorar la flexibilidad y movilidad, disminuyendo la rigidez en la columna y facilitando las actividades cotidianas.
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Mejor circulación sanguínea: El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo a los tejidos, promoviendo una mejor recuperación y reduciendo la inflamación alrededor del disco herniado.
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Control del Dolor:
El ejercicio regular puede ayudar a controlar el dolorChronic pain may be reduced by exercise as it releases endorphins, the body’s natural painkillers. Al liberar endorfinas (los analgésicos naturales de nuestro cuerpo), el ejercicio puede ayudar a controlar el dolor crónico.
* Mejor Estado de Ánimo: La actividad física tiene un impacto positivo en el estado de ánimo y reduce estrés y ansiedad, que pueden empeorar los síntomas de la hernia discal.
Recuerda:
Es crucial adaptar el ejercicio a tu capacidad física y siempre consultar con un profesional de la salud antes de empezar cualquier programa de entrenamiento
La semana previa a una maratón es crucial para optimizar tus reservas energéticas. Se recomienda aumentar la ingesta de carbohidratos complejos provenientes de pastas integrales, arroz integral, quinoa y pan integral, junto con frutas y verduras ricas en fibra. Prioriza proteínas magras, como pollo, pescado y legumbres, para favorecer la reparación muscular. Reduce el consumo de grasas saturadas y azúcar añadido, optando por alternativas saludables como aceites vegetales y frutos secos sin sal añadida. Para una planificación detallada, consulta que comer la semana antes de una maratón.
Recursos y Apoyo Profesional
Si estás enfrentando los desafíos de una hernia discal, recordar que no estás solo es fundamental.
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Fisioterapeutas: Un fisioterapeuta te ayudará a crear un plan individualizado para fortalecer la columna vertebral, mejorar la flexibilidad y minimizar el dolor.
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Médicos Especialistas: Ortopedas o neurocirujanos pueden diagnosticar y tratar más allá del dolor leve, con opciones como intervencionismo mínimamente invasivo o ciruria en casos graves.
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Asociaciones de Pacientes: Grupos y foros online como la Asociación Nacional de Hernias Discales te conectan con personas que experimentan lo mismo, comparten consejos y recursos valiosos
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Recursos Online Reputables: Websites como el Instituto Nacional de Investigación del Hueso y las Articulaciones (NIAMS) ofrecen información precisa y actualizada sobre hernias discales.
No dudes en buscar apoyo e información para gestionar tu condición y mejorar tu calidad de vida.
Conclusión
Vivir con una hernia discal puede ser desafiante, pero comprender los riesgos del ejercicio, realizar modificaciones adecuadas y enfocarse en un entrenamiento moderado te permite fortalecer la columna vertebral, controlar el dolor y mejorar tu bienestar general.
Recuerda:
- Escucha a tu cuerpo y adapta las actividades al nivel de sentirte cómodo.
- Consulta con profesionales de la salud para una evaluación precisa y un plan personalizado.
Mantener una actitud proactiva, buscar apoyo y seguir indicaciones médicas te ayudarán a vivir una vida activa y plena, incluso con una hernia discal.